Cuento: Una discusión colorida.

Cuento de Sylviana Picardi.

Diego había dejado sus lápices de colores desparramados en la mesa, como él se había ido a la casa de sus abuelos, en el cuarto estaba todo silencioso. Pero de pronto se oyó una voz que decía:

-¡Levántense, que estamos solos!

-Oh, sí- dijo el color rosado- ¡qué día lindo hace!

Así todos los colores se fueron poniendo de pie, o “de punta”, menos dos colores, el negro y el blanco que siguieron tirados en la mesa.

-Claro- dijo el rosa-, ¿para qué se van a levantar? ¿Para qué sirven? Yo por ejemplo sirvo para colorear flores o para dar algún tono al amanecer, ¿pero ellos para qué sirven?

-Si, ¿para qué?- dijo el azul- yo sirvo para el agua, el cielo, las moñas de la escuela y muchas cosas más, pero ellos son colores feos, nadie los usa.

-No, definitivamente, no sirven para nada, dijo el intenso naranja-, el blanco por ejemplo, ¿para qué sirve?, si en las hojas ni se ve, no colorea.

En ese momento el negro se levantó y muy enojado dijo:

-A ver todos los que hablaron, los reto a que dibujen el rostro de Diego.

-Muy bien- dijo el verde-, manos a la obra.

Los colores comenzaron su trabajo y lo hicieron bastante bien, pero en el momento en que se lo mostraron al blanco y al negro ellos dijeron:

-Está muy bien, pero ahora es nuestro turno.

Comenzó el negro delineando muy bien las pestañas y los ojos, por otro lado el blanco le daba una tonalidad más pálida a la cara de Diego ya que al rosa se le había pasado un poquito de color. Luego el negro repasó los cabellos, el contorno de la cara y un pequeño lunar que Diego tiene en la pera. El blanco corregía defectos y le dio un brillo en los ojos que era muy especial.

El dibujo quedó terminado, en ese momento entró Diego a la habitación.

-¡Ya regresó!- todos volvieron a sus lugares.

Cuando Diego se acercó a la mesa vio el espléndido dibujo y se admiró mucho de esa belleza, él lo había de llevar al otro día  a la escuela para que vieran qué hermoso era.

Cuando Diego salió de la habitación el negro se levantó y dijo:

-Vieron, fue un trabajo en equipo, con sus colores y nuestros tonos hicimos un perfecto dibujo. Si trabajamos en equipo será más fácil y todo quedará mejor.

Fin.